Por todo esto es que descontamos que el proyecto nunca fue evaluado adecuadamente, incluso ha sido tildado de absurdo por muchos y entre las discusiones que generó se pueden leer comentarios que nos hacen ver la realidad: “¿No te parece medio pelotudo que te pidan una huella dactilar para comprar un celular y no para comprar una .357?“, además de erizarnos la piel por su crudeza